Enseñamos que todas las Escrituras fueron inspiradas por Dios y cada autor fue movido y dirigido por el Espíritu Santo para escribir la Palabra de Dios, la cual es considerada inerrante e infalible y es la única autoridad en materia de fe y práctica. Las Escrituras constituyen el único estándar por el cual debemos medir todo lo que hacemos dentro y fuera de donde nos congregamos se enseña que solo hay un Dios, quien es eterno e inmortal, creador y soberano del universo. Dios existe en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Jesucristo es el único Hijo de Dios, quien murió en la cruz por los pecados de la humanidad y resucitó corporalmente de entre los muertos. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, a través de la cual somos regenerados y guiados a la verdad.